Existen muchos tipos de opciones reales: opciones de explotar concesiones mineras o petrolíferas, opciones de aplazar la inversión, opciones de ampliar capacidad, opciones de abandonar negocios, opciones de cambio de utilización de unos activos, opción de continuar una innovación tecnológica.
El supuesto fundamental bajo el enfoque de opción real (VOR) es reconocer que los proyectos se desarrollan en un ambiente de incertidumbre, en donde los movimientos aleatorios de las variables críticas, tales como el precio del commodity, de los insumos principales u otras, introducen riesgo en los proyectos y sus indicadores económicos.
El método de evaluación tradicional VAN, TIR no captura el valor de las flexibilidades. En este enfoque se efectúa una estimación de los flujos de caja a partir de valores esperados de las variables (precios, volúmenes, etc.), esto es, bajo un escenario sin incertidumbre. En este escenario, las opciones reales no se ejercen y por lo tanto no añaden valor a los proyectos.
Otra característica del método tradicional es que asume una tasa de descuento ajustada por riesgo constante en el tiempo, supuesto que siendo una buena aproximación, no es totalmente correcto. Lo anterior, debido a que el riesgo de los flujos de caja de un proyecto varía en el tiempo, año a año, siendo función del leverage operativo (relación de costos fijos a totales), del nivel de precios, y otros factores que fluctúan en el tiempo. Esta situación no ocurre al adoptar la metodología de opciones reales.
Dado que es una metodología compleja, que requiere una considerable cantidad de recursos para su aplicación, no es adecuada ni se justifica una aplicación masiva.
